domingo, 19 de febrero de 2017

LA TEORÍA ECONÓMICA DE LA INTEGRACIÓN Y SUS PRINCIPIOS FUNDAMENTALES

Ø    Ficha de lectura 1
Petit Primera, J G; (2014). LA TEORÍA ECONÓMICA DE LA INTEGRACIÓN Y SUS PRINCIPIOS FUNDAMENTALES. Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura, XX () 137-162. Recuperado de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=36433515007

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Red de Revistas Científicas de América Latina y el Caribe, España y Portugal
Universidad Central de Venezuela
Número de páginas leídas: 17

Ø    Objetivo de Lectura:
El propósito de este ensayo es  hacer un bosquejo sobre el término integración  que de ahí se deriva integración económica. Se trata de explicar cómo en etapas de la historia mundial fue empleada,  utilizada y como grandes pensadores dieron su concepto. El artículo presenta diferentes posturas de autores reconocidos.

1)                 Resumen

1)                 Planteamiento del problema

Este trabajo tiene como objetivo fundamental explicar los principios que fundan una integración económica, sus objetivos, etapas, costos y beneficios para los países que se integran. En ese sentido, la integración consiste en eliminar, de manera progresiva, las fronteras económicas entre países. Se presentan además teóricamente los efectos tanto estáticos como dinámicos que estos tipos de procesos conllevan a las economías modernas.

2)                 El concepto de integración económica en perspectiva histórica
La integración económica tiene un trasegar histórico y no se puede reducir a que su génesis es en la época moderna si observamos varios países europeos, verbigracia Gran Bretaña, Francia, La moderna Alemania, Italia formaron una integración que erradico fronteras y dio inicio a la comercialización
Después de la Segunda Guerra Mundial Estados Unidos creó una organización gubernamental llamada “Economic Cooperation Administration”. Estaba dirigida por Paul Hoffman, quien fue el promotor en invitar a los europeos a una unión económica para favorecer el crecimiento de estos países y, por esta vía desbaratar los propósitos expansionistas de la Unión Soviética. En un discurso pronunciado en 1949, Hoffman (citado por Machlup, 1977: 11) utilizó quince veces la palabra integración. El término tuvo quizás su más preclara consagración en ese famoso discurso. El 1950 se vuelve popular la integración económica al punto de que surgió un concepto. En el año 1954, el economista Premio Nobel Jan Tinbergen (1954: 2) publicó un libro donde enlaza la integración económica internacional con el libre comercio mundial, en productos tanto industriales como agropecuarios. Este autor dice que la integración económica es la creación  del cuerpo de la economía más apetecida por medio de la cual se excluyen las barreras artificiales para la operación óptima e introduce deliberadamente todos los elementos deseables para la coordinación y unificación, también distingue entre integración negativa e integración positiva: las medidas negativas suponen eliminar los obstáculos que separan las economías y son, generalmente, las más fáciles de definir y adoptar (por ejemplo, suprimir los aranceles entre países miembros); las medidas positivas entrañan mecanismos de cooperación (por ejemplo, armonizar políticas macroeconómicas) que se van ampliando conforme la integración avanza y que resultan, normalmente, más complicadas de poner en práctica.
Bela Balassa (1964: 2) la define de dos maneras, como un “proceso” y como un “estado de cosas”. En ese sentido, la noción de proceso es una noción dinámica, que expresa un concepto de movimiento hacia un estado distinto; un estado de cosas, en cambio, significa un concepto más estático, por cuanto se refiere a la situación en que están determinados países cuando intentan formar un grupo regional en un punto determinado del tiempo.
En 1980 se publicó una edición con nuevo copyright, pero en realidad es una reimpresión de la edición de 1964. Integración económica “es un proceso a través del cual dos o más mercados nacionales previamente separados y de dimensiones unitarias estimadas poco adecuadas se unen para formar un solo mercado (mercado común) de una dimensión idónea”.
Desde la óptica de Martínez Peinado (1997: 11-12) existen dos dialécticas referentes a la integración económica, una nacional y otra mundial. La primera es contradictoria con la globalización, y expresa fundamentalmente las estrategias de los Estados para, agrupándose, competir contra todos. Todo proceso de integración, desde este punto de vista, es a la vez un proceso de exclusión (de los competidores). La segunda postura no sólo contradice el proceso de globalización, sino que es un paso necesario en la imposición de la mundialización, porque es la mayor estrategia de los capitales más fuertes para aprovechar al máximo el desarrollo desigual que imponen la expansión internacional del capitalismo y la progresiva debilidad del Estado nacional. En definitiva: fuera de un proceso integrador una economía nacional individual no tiene ningún futuro.
3)                 Etapas de los procesos de integración
La mayoría de los tratadistas de la integración están de acuerdo que la misma no es un suceso, sino un proceso constituido por cinco etapas:

                   I.                        Zona o área de libre comercio
Comprende la eliminación de barreras arancelarias y no arancelarias a las exportaciones e importaciones de bienes que son originarios de los Estados miembros del área, al tiempo que cada uno de ellos mantiene sus propios aranceles frente a terceros.
Verbigracia de este esquema de integración es el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN o NAFTA, siglas en inglés) firmado por Canadá, Estados Unidos y México, cuyo tratado está vigente desde el 1 de enero de 1994. El problema que se deriva de una zona de libre comercio es la necesidad de mantener controles fronterizos para los productos que procedan de países pertenecientes al área de libre comercio pero que hayan sido producidos total o parcialmente en el exterior.

II.                        Unión aduanera
En este modelo los Estados que conforman el área de libre comercio establecen un arancel externo común frente a terceros países.

III.                        Mercado Común
Un mercado común supone, la existencia de una unión aduanera, pero además requiere de la liberalización de los factores productivos, pues no se limita únicamente a las mercancías, como es el caso de los dos estadios anteriores.

IV.                        Unión económica
La unión económica implica la realización de la existencia previa de un mercado común, pero además que haya armonización de las políticas económicas de los Estados miembros. La unión económica incluye la unión monetaria o de las paridades de las monedas, cuya fase más avanzada puede conducir a la circulación de una moneda única y a la instauración de una autoridad monetaria central, como es el caso, por ejemplo, de la Eurozona.

V.                        Comunidad económica o integración económica total
La integración económica, finalmente, implica la aparición de una autoridad supranacional que adoptará las decisiones de política fiscal, monetaria y cambiaria. Cualquier decisión particular dirigida al fomento de una rama productiva o a la corrección de un desequilibrio regional deberá ser autorizada por dicha autoridad.



4)                 Objetivos de la integración económica
Las razones para la integración son de tipo económico y político. Los objetivos de la integración económica pueden resumirse de la siguiente manera:
ü  Preservar la paz y la seguridad (Tratado de la CECA9).
ü  Poder suficiente para determinar los términos de intercambio
ü  Precios internacionales-OPEP.
ü  Ganar poder de negociación en los foros políticos internacionales y económicos (Mercosur).
ü  Seguro contra eventos futuros como las guerras comerciales o la discriminación comercial (Grecia, España y Portugal ganaron credibilidad política cuando se unieron a la CE por los compromisos adoptados).
ü  Motivos puramente económicos: aumentar el bienestar social a través de diferentes mecanismos económicos: economías de especialización, economías de escala, mayor competencia, mejor y más rápido acceso e implementación de los avances tecnológicos y mejoras de calidad.

5)        Costos-beneficios de la integración económica
Requeijo (2002) sostiene que al iniciar un proceso de integración es preciso recordar a la sociedad que hay unos costes que deberán asumirse y que, normalmente, aparecerán antes que los beneficios del mercado ampliado, y recordarlo con insistencia para que ningún reducto productivo o social pueda alegar ignorancia. Siguiendo a este autor, los costos que puede generar un proceso de integración son los siguientes:

a) Al eliminar las fronteras económicas y aumentar la competencia, aparecen continuamente ganadores y perdedores. Los ganadores serán, generalmente, los sectores o empresas más competitivos del espacio integrado, su superior competitividad se apoyará, unas veces, en los menores costos laborales, otras, en la diferenciación productiva basada en los niveles tecnológicos más elevados. Cierto es que, como se indicará al analizar los efectos de la integración, la misma competencia acrecentada puede modificar, al impulsar la inversión, la situación relativa de sectores o empresas, pero esta transformación requerirá tiempo y, consecuentemente, no evitará la desaparición de las empresas más débiles. Es muy posible, por tanto, que los reclamos protectores se sucedan, conforme la competencia golpee las partes más blandas del tejido productivo.

b) En un espacio integrado, la transmisión del ciclo es más rápida y acentúa las crestas y valles de la actividad productiva, situación que, en ambos casos, pero sobre todo en la segunda, planteará dificultades adicionales a las políticas económicas de los países miembros.

c) Conforme avance el proceso integrador, las políticas económicas nacionales tropezarán con más restricciones porque se exigirá una mayor armonización de las mismas en el seno del bloque. Es más, el país más fuerte terminará por imponer sus criterios en determinadas políticas y los demás deberán acomodar las suyas. En el fondo, el país guía de la Comunidad Económica Europea (CEE), Alemania ha condicionado, en buena medida, las políticas económicas de sus socios comunitarios.

d) Dado que el crecimiento tiende a polarizarse, por acumulación de economías externas, la integración acentuará, probablemente, los desequilibrios regionales y las disparidades sociales, y lo hará aunque existan mecanismos de compensación, los cuales, generalmente financieros, pueden paliar las situaciones extremas pero no corregir la tendencia acumulativa del crecimiento.

e) Finalmente, en los estadios superiores de la integración, habrá cesiones importantes de soberanía, lo que muy probablemente despertará las reacciones nacionalistas y complicará el proceso.
En cuanto a los argumentos empleados por los teóricos en apoyo a los beneficios de la integración, existe un amplio repertorio de razonamientos. Tamanes (1990) y Tugores (2002) señalan lo siguiente:
las economías derivadas de la producción en gran escala (o abreviadamente, economías de escala); la intensificación de la competencia dentro del nuevo mercado ampliado; la atenuación de los problemas de pagos por el ahorro de divisas convertibles; la posibilidad de desarrollar actividades difícilmente abordables por parte de determinados países individualmente, debido a la insuficiencia de sus mercados respectivos; el aumento de poder de negociación frente a países terceros o frente a agrupaciones regionales; una formulación más coherente de la política económica; así como la ineludible necesidad a mediano o largo plazo de introducir reformas estructurales que en el contexto de un status quo nacional podrían aplazarse sine die; y finalmente, la posibilidad de conseguir sobre la base de un rápido proceso de integración una aceleración del desarrollo económico (no simplemente del crecimiento) .
a) Economías de escala: estas son el resultado de una mayor eficiencia, basada en una dimensión adecuada de la planta, que permite costes medios unitarios mínimos y que posibilita la competencia en el mercado internacional. Las economías de escala sólo son posibles cuando la producción se lleva a cabo masivamente, esto es, en plantas de gran dimensión y en series, todo ello apoyado en un fuerte avance tecnológico.

b) Intensificación de la competencia: la ampliación del mercado resultante de la integración puede conducir a una cierta intensificación de la competencia. En un mercado nacional estrecho, determinadas producciones para ser rentables han de ser realizadas por una sola firma; por el contrario, en un vasto mercado común, pueden ser varias las empresas que trabajen en una dimensión próxima a la óptima, compitiendo entre sí, y con una serie de efectos favorables para el consumidor: precios más bajos, mejor calidad, aceleración del proceso tecnológico, etcétera.

c) Atenuación de los problemas de pagos internacionales: En general, los problemas de balanza de pagos comienzan a considerarse graves cuando conducen a la contracción de las reversas de divisas convertibles. Por ello, todo lo que suponga un mejor aprovechamiento de esas divisas puede ser de gran utilidad para mantener un nivel de reservas adecuado, y sobre todo, para agilizar el comercio intrazonal, lo cual constituye un pre-requisito para acelerar la integración.

d) Posibilidad de desarrollar nuevas actividades difíciles de emprender aisladamente: La cooperación y la integración económica ofrecen numerosos ejemplos de que existe la posibilidad de desarrollar nuevas actividades en el campo tecnológico e industrial, prácticamente impensables a escala nacional.

e) Aumento del poder de negociación: En un intento de medir el poder de negociación de un país, haciendo abstracción de su fuerza militar, pueden tomarse algunos índices formados a base del PIB, el volumen de comercio, o la capacidad de financiación exterior. Normalmente, un país tiene mayor poder de negociación en sus relaciones económicas internacionales cuando mayores son las tres magnitudes citadas. En ese sentido, el poder de negociación crece más que proporcionalmente por medio de la integración.

f) La formulación más coherente de la política económica nacional: Este es un elemento que con frecuencia se olvida al estimar las ventajas de la integración económica, siendo no obstante; uno de los que tienen mayor relevancia a corto y a mediano plazo. Un país, mientras se desenvuelve al margen de toda clase de cooperación e integración, puede llevar a cabo la política que mejor le parezca en tanto que sea compatible con sus aspiraciones unilate- rales.

g) La integración económica y las transformaciones estructurales: La integración supone una gran movilidad de políticos, economistas, intelectuales y líderes sindicales. El mantenimiento de masas importantes de población marginadas del circuito monetario social y cultural, se hace cada vez más difícil, al acentuarse el contraste entre los países más y menos evolucionados. Los grandes cambios tienden a producirse precisamente cuando las diferencias se hacen más visibles, por ello más insoportables, cuando el pueblo y sus dirigentes verdaderos toman conciencia de ellas.

h) La aceleración del ritmo de desarrollo y el logro de un alto nivel de empleo: la mejor prueba de eficacia de la integración –se puede afirmar, incurriendo tal vez en el clásico tópico del crecimiento– estriba en si acelera o no el desarrollo económico si contribuye o no a mantener altos niveles de empleo. Sobre este punto, la discusión podría ser inacabable; así ha sucedido entre los críticos de la integración económica europea que durante los años 1960 sustentaron dos tesis abiertamente contrapuestas14: “la integración económica en Europa –decían unos– ha sido posible gracias a que en su comienzo coincidió con una excelente fase de la coyuntura”. La tesis contraria: “la integración económica ha contribuido a acelerar el desarrollo de la economía europea”.

6)                 Efectos estáticos y dinámicos de la integración
La teoría de la integración económica trata de conocer y comprender los cambios que se producen como consecuencia de la unificación de los mercados de diversos países en sus distintas fases o grados. Normalmente se suele estudiar la simple “unión aduanera” por lo que también se la llama “Teoría de las Uniones Aduaneras”. Viner (1950) demostró, en cambio, que las uniones aduaneras producían tanto efectos positivos como negativos. Todo proceso de integración económica implica un sistema de discriminación aduanera entre naciones ya que las importaciones de un mismo producto están sujetas a distintos aranceles y barreras dependiendo de que el país de origen pertenezca o no al grupo que se integra.
Esto implica que alguien se beneficia y alguien se perjudica. Los economistas utilizan el concepto de óptimo de Pareto15 que se define como una situación en la que nadie puede mejorar si no es a costa de que otro sea perjudicado. No es posible hacer comparaciones objetivas entre dos situaciones diferentes si el paso de una a otra implica beneficio para uno y perjuicio para otro. No hay ningún juez en esta tierra con capacidad para sentenciar que el perjuicio que recibe uno queda compensado por el beneficio que obtenga otro. Por tanto, al analizar los efectos de una integración económica, hay que partir de la base de que inevitablemente unos se beneficiarán y otros serán perjudicados y de que no podemos justificar éticamente ese perjuicio de ninguna forma. La integración económica produce cambios en la eficiencia global, es decir, en la capacidad total de producir bienes y servicios que satisfagan necesidades humanas, y en la forma de distribución de lo producido, pero, como no es posible comparar los beneficios de unos con los perjuicios de otros, la teoría de la integración económica se centró inicialmente en estudiar los efectos sobre el sistema productivo, dejando de lado los efectos redistributivos.
Los efectos dinámicos son las consecuencias a largo plazo sobre la tasa de inversión, el cambio tecnológico y el crecimiento. Es posible que ambos efectos vayan en sentido opuesto, en otras palabras, es posible que los resultados sean perjudiciales a corto plazo y beneficiosos a largo plazo o viceversa.

Ø    Conclusiones

La integración económica no nace en la etapa moderna, varios países europeos y de otros continentes se construyeron a partir de un proceso integrador que eliminó las barreras que separaban distintos mercados regionales.
No es suceso sino un paso a paso que tiene cinco etapas: La primera consiste en eliminar los tributos de las importaciones entre los países que conforman esa área libre económica, esto presenta un problema que es la necesidad de controlar y vigilar  los productos; La segundo se establece impuestos para países externos a esta zona de libre comercio; La tercera requiere una liberalización de los factores productivos; Los cuartos unifica las divisas (solo se puede comercializar con una sola moneda) verbigracia  el dólar y euro; La quinta incluye autoridades supranacionales de adoptar las decisiones de política, fiscal, monetaria y cambiaria.

Su objetivo es de tipo económico y político, aumenta la competencia en el conjunto de los países miembros.
En la integración económica así como hay beneficios también existen costos que se deben asumir por eso hay que evaluar y analizar si realmente es menester realizar esta integración económica.

Los ganadores o más beneficiados son los sectores o empresas competitivas, siendo este el que imponga sus políticas al ser el más fuerte (someterá los países menos competitivos).


Ø    Apreciación del texto

El autor plantea una hipótesis “la integración económica no hace parte de la época moderna “y a lo largo de su escrito sustenta esta, dándole veracidad.
La lectura de estas páginas son comprensibles, el orden que desarrollo  el tema es impecable.
La integración económica  se  crea para destruir muros entre los países y que estos se ayudaran mutuamente con el fin de no generar pérdidas para los países que están integrados, aunque sabemos que en la realidad las grandes potencias tratan de consumir a los países subdesarrollados volviendo esto negativo para el crecimiento económico  de estos países subdesarrollados.
Observe de manera objetiva la integración económica en este artículo y es un arma de un solo filo, solo apunta a las  países menos competitivos (Subdesarrollados), en cambio las potencias se aprovechan y terminan poniendo todas las reglas del “Juego”, esto nos da entender, que la integración económica es manejada por los más competitivos.


Ø    Citas

La integración económica no es un fenómeno moderno: varios países europeos se construyeron a partir de un proceso integrador que eliminó las barreras que separaban distintos mercados regionales. En concreto, Gran Bretaña se constituyó, como unidad económica, en el siglo XVIII, y Francia lo haría después que la Revolución Francesa suprimiera las barreras internas que impedían el libre movimiento de mercancías y mano de obra.(p.138)
La moderna Alemania nace a través de una unión aduanera de Zollverein. Italia es también el resultado de un esfuerzo de unificación económica llevado a cabo en 1861. Lo que sí nos diferencia de épocas pasadas, lo que hace de nuestro tiempo la “era de la integración” (Haberler, 1964), es la proliferación de ensayos integradores y de propuestas de integración. (p.138)

El término integración económica tiene una historia bastante corta. Aparentemente, Wilhelm Röpke fue el primero en utilizarlo en un artículo que publicó en 1939 titulado “Problemas decisivos de la desintegración de la economía mundial”, luego Ropke (1942) publicó un libro titulado “International economic desintegration”, en donde explica que en el período que va desde 1700 a 1914, las naciones integraron positivamente sus economías con la economía mundial. (pp.138, 139)

En el decenio de 1950, el término de integración económica se consagra totalmente, su uso se difundió y el concepto es definitivamente establecido (p.139)
Quizás la definición más conocida es la del economista húngaro Bela Balassa (1964: 2)  para quien es “el proceso o estado de cosas por las cuales diferentes naciones deciden formar un grupo regional”. (p.139)
Estas etapas consideran que la economía internacional es un fenómeno de tipo comercial, en la cual están contenido los siguientes aspectos: comercio de bienes y servicios, pagos internacionales, problemas monetarios, transporte y comunicaciones, finanzas y seguros, movilización de personas, etc. Siguiendo esta clasificación clásica aportada por Balassa (1964: 3-5), describiremos a continuación de menor a mayor, estas cinco tipologías o fórmulas de integración (p.140)

Requeijo (2002) sostiene que conviene hacer tres precisiones sobre las etapas de la integración: 1) las etapas no presentan perfiles nítidos. Por razones taxonómicas se efectúa esta clasificación que se enumera, pero la realidad demuestra que existen fórmulas intermedias con mezcla de características, 2) Existe un código de la integración en virtud del cual o bien el proceso se interrumpe, porque algunos miembros son incapaces de soportar los costes que entraña, o bien el proceso continúa en busca de una fase superior y 3) A pesar de la dinámica integradora, el paso de un estadio a otro es una decisión política que entraña costes y dificultades y que, consecuentemente no puede ser adoptada en solitario por los dirigentes políticos, sino que ha de ser entendida y refrendada por una mayoría de los ciudadanos (pp.142,143)

La creación de comercio es el aumento del volumen del comercio entre países cuando se acuerda la unión aduanera entre ellos. La desviación de comercio consiste en que parte de los flujos de importación y exportación que existían antes de un acuerdo de unión aduanera entre cada uno de los países firmantes del acuerdo con terceros países, serán sustituidos por importaciones y exportaciones de y hacia países miembros de la unión, desviándose así las rutas comerciales internacionales preexistentes. (p.190)

La globalización y el impacto de la integración económica en el derecho administrativo colombiano

Ø    Ficha de lectura 1
Cárdenas Poveda, M; (2014). La globalización y el impacto de la integración económica en el derecho administrativo colombiano. IUS. Revista del Instituto de Ciencias Jurídicas de Puebla A.C., VIII() 77-97. Recuperado de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=293231720005 

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Revista del Instituto de Ciencias Jurídicas de Puebla
Número de páginas leídas: 22

Ø    Objetivo de Lectura:
El propósito de este ensayo es evidenciar como la globalización y la integración económica transforma el derecho administrativo de Colombia a medida que estos van evolucionando.

1)                 Resumen
2)      Planteamiento del problema
El derecho administrativo contemporáneo ha sido objeto de una transformación producto de los cambios socioeconómicos propios de la dinámica global y regional. Así, estas líneas se proponen dilucidar brevemente el impacto de la globalización y de la integración económica en sus perspectivas regional e interregional en un derecho administrativo colombiano tradicionalmente nacional y dogmático, lo cual ha traído como consecuencia la tendencia a su homogeneización, respuesta que concretamente se observa en el mandato constitucional de integración latinoamericana y del Caribe, y más allá, la celebración de acuerdos de cooperación y de tratados de libre comercio.

1. Introducción
La apertura del mercado colombiano iniciada en estos años trajo a su vez retos importantes de gobernabilidad que, junto con el desarrollo de las telecomunicaciones y la infraestructura nacional, hizo que el Estado se planteara nuevas maneras de ejercer la función administrativa de forma eficiente mediante la delegación de algunas competencias administrativas por colaboración privada.6 En este contexto, las variables que se constituyen en expresión concreta de la globalización en el derecho administrativo colombiano pueden sintetizarse en:
2. Desestatización de funciones a favor del mercado
Se define como la reducción del espacio estatal a favor del mercado, como consecuencia de la transformación de las formas de intervención del Estado sobre la economía. La manifestación concreta de esta realidad se observa mediante diversas modalidades:
a) Contractualización
En este orden de ideas, la contractualización es más que una tendencia, al convertirse en requisito sine qua non para el ejercicio de funciones administrativas por particulares, según lo establecido por la Corte Constitucional:
Para conferir funciones administrativas a personas privadas mediante acto administrativo de carácter particular, no basta la expedición de dicho acto conforme a lo prescrito por la ley bajo examen, sino que es necesario, adicionalmente, que en todos los casos se suscriba con ellos un convenio mediante el cual expresamente se acepte la asignación de dicho ejercicio de funciones. Sólo de esta manera se preserva el principio de equidad, puesto que la autonomía de la voluntad particular es libre para aceptar la atribución individual de funciones administrativas, aun cuando ella resulte onerosa para el ciudadano. Así, no se impone entonces cargas exorbitantes a determinadas personas privadas en particular.
La contratación pública es un indicador de globalización en cuanto atrae la inversión extranjera en la implementación de proyectos que requieren la especialidad y capital de trabajo del sector extranjero, lo cual a su vez propende por la competitividad y el posicionamiento del mercado colombiano con impacto directo sobre el PIB. Esta afirmación además ha tomado fuerza por causa de la negociación y ratificación reciente de varios tratados de libre comercio celebrados con la Unión Europea y Estados Unidos, entre otros países, con el objeto de ampliar las relaciones comerciales y diplomáticas a un escenario contemporáneo internacional.
b) Liberalización
La desestatización como parte de la globalización e integración se manifiesta también en la desmonopolización de actividades a favor del mercado nacional e internacional, lo cual abre la posibilidad a los particulares de desarrollar de manera concurrente con el Estado actividades de servicio público
Como respuesta a la liberalización a favor del mercado, se observa que el Estado pasó de ser un prestador de servicios a un Estado regulador, que bien puede adoptar alguno de los tres modelos regulatorios existentes mediante la Ley 142 citada: a) régimen de libertad; b) libertad vigilada, o c) libertad regulada; lo anterior de acuerdo con las características del mercado relevante. Así, la comisión reguladora correspondiente puede establecer topes máximos y mínimos tarifarios de obligatorio cumplimiento por parte de las empresas de determinado sector económico. Igualmente, podrá definir las metodologías para la determinación de tarifas si conviene aplicar el régimen de libertad regulada o vigilada.
c) Privatización
Otra de las políticas económicas propias de la globalización económica es la privatización o desnacionalización, la cual responde a una política mundial inscrita en la era neoliberal que tomó fuerza a mediados de la década de los años setenta y se profundizó en la década de los ochenta como una respuesta a la crisis capitalista de finales del siglo xx. 27 En términos jurídicos, se define como el retiro del Estado de las actividades de prestación de bienes y servicios

d) Fomento económico
Otro de los ejes sobre los cuales se desarrolla el tema bajo estudio es la política de fomento liderada por el Estado, a través de la cual éste se propone atraer la inversión extranjera y, a su vez, ser eficiente en lo que se ha llamado “la administración económica”
la integración regional de base económica es una herramienta fundamental con que cuentan los países de este hemisferio para enfrentar los retos que impone la globalización, entendiendo por ésta un fenómeno económico complejo con incidencia dominante en el intercambio de bienes y servicios, la inversión extranjera y la circulación del capital.35 Como parte de la evolución de la función regulatoria de los Estados sobre la economía, las administraciones han dado especial prioridad a la celebración de tratados de libre comercio como andamiaje para posibilitar dicho fenómeno, e integrar la movilidad de los capitales, de las personas y de las tecnologías mediante la promoción a las exportaciones, teniendo como fin último la creación de un mercado global donde las ventajas competitivas de unos se fortalezcan con las de otros para impulsar conjuntamente la región mediante alianzas, mercados externos y financiación con instituciones como en el Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial.
la importancia de la integración económica se manifiesta concretamente en los departamentos y municipios ubicados en zonas de frontera, los cuales pueden adelantar directamente con las entidades territoriales limítrofes del país fronterizo y que se encuentran en el mismo nivel, programas de cooperación e integración a efectos de fomentar el desarrollo comunitario, la prestación de servicios públicos y la preservación del medio ambiente.39 En desarrollo de lo anterior, el numeral 2 del artículo 300 constitucional establece que le corresponde a las asambleas departamentales expedir las disposiciones relacionadas con las zonas de frontera. Asimismo, el artículo 337 prevé que la ley podrá establecer para las zonas de frontera regímenes especiales en materia económica y social que se orienten a promover el desarrollo de las mismas. En este sentido, aunque en principio el ámbito geográfico de las facultades constitucionales mencionadas se limita al desarrollo fronterizo, el preámbulo constitucional también se enfoca en generar integración con otras naciones, bajo los principios de reciprocidad, equidad y conveniencia nacional. De esta manera, el legislador colombiano tiene amplias facultades para generar acuerdos de cooperación y liberalización de mercados que propendan por generar desarrollo, con las únicas limitaciones que le imponen la soberanía nacional y las competencias de las autoridades nacionales y territoriales en su respectiva jurisdicción.
3. Cambios en la interacción entre el Estado y el ciudadano
Todas las entidades que conforman la administración pública en Colombia debieron ajustarse a los parámetros aludidos en un margen de tiempo específico otorgado por autorización de ley. Éste sería un eslabón importante de la modernización del Estado, que ha devenido en la interactividad tecnológica y uso de las tic, tratado en el próximo acápite, y que ha cambiado la forma en la que el Estado interactúa con sus administrados.

Ø    Conclusiones
A través de las líneas de este trabajo puede evidenciarse, considerando los cambios históricos acaecidos a partir de la liberalización económica y la apertura de los mercados, que el derecho administrativo colombiano no desatendió la tendencia globalizadora impulsada en parte por el ideal integracionista propio del comercio mundial. Siendo por demás un mandato constitucional, la integración ha traído consigo la implementación del uso de las tic en la función administrativa, el desarrollo de políticas de fomento económico, la celebración de tratados de libre comercio y acuerdos de cooperación, entre otros hechos de suma relevancia histórica. Es obligado afirmar que en las últimas dos décadas el impacto de la integración regional en los ámbitos social, cultural y económico en Colombia y la región es destacado, en tanto la forma en que las administraciones interactúan con sus asociados y con otras jurisdicciones ha evolucionado mediante la incorporación de nuevas tecnologías, la creciente expansión de áreas de libre comercio, y un estímulo constante del diálogo político multilateral. Con ello, las normas que rigen la contratación estatal, los procesos de selección, los trámites ante el Estado, el comercio y las demás relaciones, como se evidencia en este estudio, se han reformado en búsqueda de la vigencia de los principios de eficiencia y eficacia para posibilitar el ejercicio de la función administrativa del Estado en un contexto de contemporaneidad. Con los avances reseñados, los retos de los Estados en vía de desarrollo son constantes, y la voluntad política juega un papel importante para visibilizar, reconocer y estimular el acceso de todos los sectores y actores a un Estado visto como una gran empresa que es necesario administrar según las necesidades de la globalización.

Ø    Apreciación del texto
La globalización y la integración económica en sus perspectivas regional e interregional  influyen en el derecho administrativo colombiano a través de la implementación y modificación de su legislación interna.
Por mandato constitucional, el legislador colombiano tiene amplias facultades para producir acuerdos de cooperación y liberalización de mercados con el fin de generar desarrollo, con las únicas limitaciones que le imponen la soberanía nacional y las competencias de las autoridades nacionales y territoriales en su respectiva jurisdicción.
En lo referente a la regulación del mercado y la integración económica, en Colombia el régimen de libertad es la regla general, por lo cual el Estado sólo intervendrá en la economía cuando sea estrictamente necesario para proteger los intereses de la parte que se encuentre en desventaja, lo que genera confianza y estabilidad jurídica para que el sector inversionista realice diversos negocios en la región.


Ø    Citas

La homogeneización del derecho administrativo producto de la globalización es una realidad que se inspira en una idea económica y social más antigua denominada “la aldea global”,2 la cual proyecta un escenario en el que la accesibilidad de la información y la apertura de la sociedad del conocimiento son posibles mediante un sinnúmero de medios que revolucionan gradualmente la perspectiva política de los pueblos, y con ella el derecho que rige a los Estados contemporáneos (p.78)

Lo anterior lleva a repensar la forma en que los Estados administran sus economías, e incluso a estructurar una integración económica de carácter regional e interregional, cuya manifestación se concreta en acuerdos bilaterales o multilaterales que tienen como fin apalancar el crecimiento de las regiones, que en el caso de Latinoamérica y el Caribe se encuentra en vía de desarrollo. (p.87)
La integración regional es un baluarte que combina la coordinación de políticas regionales, la liberación económica de las fronteras y, con ello, la eliminación de las desigualdades y/o diferencias de mercados, la cual es, “en efecto, considerada como una etapa o una alternativa a la globalización, según la confianza que se le otorgue a los mecanismos de mercado para integrar los hombres, las firmas y desarrollar los territorios”, como se menciona en la Carta de las Naciones Unidas (p.88)
una reacción a la globalización es la efectiva integración de mercados que en principio funcionaron separadamente, pero que a través de su interfuncionalidad institucional y normativa hacen que las empresas y/o filiales de las sociedades multinacionales de los países terceros, una vez instaladas y reconocidas en un país, sean reconocidas en toda la región.36 Más allá, se plantea la deslocalización como el reto más importante, entendida ésta como “la libre circulación de bienes entre territorios desarrollados de forma desigual donde las condiciones de costos son completamente diferentes, mientras que el mercado permanece siendo único, enorme y creciente(p.88)


La integración económica entre países dispares

Ø    Ficha de lectura 1
Reza, G A d l; (2006). 
. Un caso de sistema complejo. Perfiles Latinoamericanos, () 87-105. Recuperado de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=11502704

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Número de páginas leídas: 17

Ø    Objetivo de Lectura:
El presente artículo busca desagregar el espectro de condiciones que preside la intensificación de la interdependencia entre socios dispares. Con este objetivo se analiza la conjetura neoclásica de las pequeñas economías y, sucesivamente, las posiciones que evalúan los vínculos de la disparidad con el manejo de las reglas del comercio, la gerencia de la integración y la solución de conflictos. Una hipótesis organiza estas páginas: la cabal comprensión del regionalismo en disparidad requiere la superación de las causalidades deterministas y los límites explicativos de la teoría económica neoclásica. Ese propósito se atiende mediante el esbozo de parámetros interdisciplinarios que buscan asociar los resultados de teorías y disciplinas convergentes. El trabajo no trata de clasificar los aportes de cada disciplina, sino de articularlas en función de los principales aspectos de la integración en disparidad.
Ø  Resumen
1.      Planteamiento del problema
El presente artículo analiza las limitaciones disciplinarias de la conjetura económica sobre la integración en disparidad, así como el significado de las determinantes de auto control, de mercados imperfectos y de solución de conflictos para una cabal comprensión de los acuerdos Norte–Sur.
2.      La conjetura neoclásica de las pequeñas economías
Para la explicación de la incidencia del libre comercio sobre los países pequeños, la economía apela a un modelo estático compuesto de una economía pequeña (A), una grande (B) y dos bienes. Su planteamiento puede resumirse de la siguiente forma: la liberalización de las barreras al comercio recíproco conduce a que la estructura de precios de B determine la estructura de A. En razón de su mayor tamaño, B continúa fabricando la misma canasta de bienes y los precios permanecen inalterados, mientras que A debe ajustar sus costes de producción de manera más o menos importante, dependiendo de la profundidad de la brecha bilateral. Se entiende que luego de este proceso el equilibrio regional de los precios se restaura en un nivel más competitivo. Dado que A depende más que B del comercio internacional para abastecer sus necesidades de consumo y producción, la apertura comercial de este último lo beneficia a través del abaratamiento de las importaciones, adquiridas sin arancel. Estas condiciones facilitan que la pequeña economía se especialice en la fabricación del bien con mayores ventajas comparativas y el mercado regional procede a una asignación más eficiente de recursos. Las versiones recientes de esta conjetura arriban a conclusiones aún más optimistas. Según éstas, el libre comercio en disparidad también favorece la inversión, la transferencia de tecnología y el aprendizaje industrial de las pequeñas economías. Si los procesos se dotan de mecanismos de integración profunda, tales como la coordinación macroeconómica, la movilidad de factores y la unión monetaria entre los países miembros, los beneficios crecen en tres direcciones: asignación más eficiente de recursos, aumento de la competitividad del mercado y de las transacciones comerciales (Srinivasan, 1986).

3.      Limitaciones explicativas

Existe suficiente evidencia para pensar que la adaptación de los países pequeños a las condiciones de competitividad (y de poder de mercado) imperantes en la economía mayor representa el principal problema del libre comercio desde la perspectiva de los primeros, ya que puede ser costosa y exigirles recursos y plazos de liberalización más dilatados que los que comúnmente establecen los acuerdos. Desglosemos las determinantes de este proceso. Además del efecto devastador que puede tener una nueva estructura de costos industriales en los productores más pequeños, los incentivos al consumo de bienes importados determina que en la primera fase del ajuste se generen desequilibrios externos y éstos, a su vez, conduzcan a la adopción de políticas de eficiencia temporal. En estas circunstancias, la mejora en la competitividad de la pequeña economía puede verse postergada a causa de su menor experiencia industrial, la escasa diversificación de la estructura productiva y las mayores dificultades en la absorción de pérdidas. Si esto es así, el país incrementará su dependencia frente a las empresas establecidas, origen de parte significativa de las divisas necesarias para mantener el flujo de las importaciones. Aquí el problema radica en que la importancia de estas industrias para la balanza de pagos estimula su poder de mercado (Michaely y Papageorgiou, 1995), a los antípodas del objetivo que persigue el libre comercio.

El resultado de estos esquemas es más cercano al comercio administrado que al pleno libre comercio, aspecto sobre el que volveremos más adelante. Otra limitación del modelo es la ausencia de variables capaces de explicar el menor aprovechamiento del libre comercio por parte de los países pequeños. Estas determinantes (disparidades en la infraestructura, dificultad en el acceso a servicios especiales, distancia o complicación de los mercados de exportación, estrechez de los mercados de capital y menores capacidades gerenciales), obligan a considerar no sólo el tamaño de la economía, sino el nivel de desarrollo, aspecto que permite definir con mayor precisión las determinantes reales de la integración en disparidad. Con este propósito, el primer trabajo compara tres grupos de indicadores: la elegibilidad macroeconómica y no macroeconómica; las determinantes estructurales (en materia macroeconómica, de diversificación y dinamismo exportador, y respecto a recursos humanos e infraestructura), y las condiciones de políticas económicas (macroeconómicas, comerciales y de apoyo a la transformación productiva).
 Aunque las conclusiones indican que el grado de preparación de los países pequeños no difiere de los medianos y mayores, se advierte en los primeros mayor vulnerabilidad comercial y macroeconómica. A resultados convergentes arriba el estudio del IGE (1997), el cual observa que las economías pequeñas registran menores capacidades para hacer frente al comercio administrado en razón del mayor costo per cápita que tiene para éstos la resolución de los litigios comerciales.
4.      La liberalización como proceso heterogéneo
 El que los acuerdos estipulen circunstancias cercanas al comercio administrado y no al pleno libre comercio se origina en los propios objetivos de la liberalización
La eliminación de las barreras no arancelarias representa el otro gran componente de toda liberalización comercial. En su ámbito se incluyen las barreras técnicas al comercio, las medidas fitosanitarias, la promiscuidad en el uso de las medidas contingentes, las restricciones voluntarias a las exportaciones y las cuotas, entre otras.
 La menor jerarquía jurídica que tienen los acuerdos comerciales en Estados Unidos, permite que la participación de este país en el ALCA y en otros acuerdos Norte–Sur, como el TLCAN y los tratados de libre comercio firmados con Chile, Centroamérica y República Dominicana, no constituya una limitante para la aplicación de esta ley.6 Sus efectos componen no sólo el referido carácter heterogéneo de los procesos de liberalización, sino la permanencia de riesgos anticompetitivos que, en éste y otros casos, afectan sobre todo a las pequeñas economías.

5.      Interdependencia y negociación entre economías dispares
 Quizás la limitación más importante de la conjetura neoclásica sea su exclusivismo teórico. Con inclusión de los fenómenos económicos y cuantificables, la integración representa la interacción de un conjunto de actores y factores cuyo rango o variedad de problemas desborda con creces el ámbito del mercado. De aquí resulta la necesidad de operar con mayor cercanía a los significados de la integración entre países. Esta recomendación resulta más visible al momento de operar con el concepto de interdependencia económica, un equivalente que abarca mejor los diversos aspectos que involucra la integración internacional. Según la noción clásica de la interdependencia, la mayor conexión y necesidad entre los países incrementa la sensibilidad de la agrupación por las dificultades de los socios con menores recursos. Sin embargo, una reseña más cuidadosa deja al descubierto una controversia cuyos términos aparecen yuxtapuestos. Quienes defienden la tesis original en ésta y otras disciplinas destacan que la interdependencia fortalece la cooperación y debilita la política de beneficios relativos (de un socio en desmedro de otro), tanto en el caso de las numerosas interacciones (Hirschman, 1978; Snidal, 1991), como en la relación de dos países (Ricardo, 1817; Brander y Spencer, 1984; Suzuki, 1994). La idea subyacente es que la interdependencia crea un sistema de determinantes básicas capaces de mejorar “la habilidad de un Estado para lograr el equilibrio susceptible de limitar el que [otro Estado] obtenga beneficios desproporcionados” (Suzuki, 1994: 493). De esa manera, la progresiva diversificación de las relaciones y el aumento de los recursos del país dependiente favorece la adopción de una estrategia de “reducción de la dependencia” (Hirschman, 1978: 49–50). Dicho en otros términos, el proceso de integración se ramifica y conduce a una estructura que, a su vez, estimula la adopción de políticas capaces de hacer frente a las necesidades y desafíos de la desigualdad de las paridades. Sus variantes advierten que los recursos necesarios para una negociación exitosa no guardan correspondencia directa con la importancia económica del país o, en una versión conocida como la conjetura de Schelling (1960) y Putnam (1988), que la fragilidad de un país puede mejorar los resultados obtenidos en las tratativas internacionales.8 La primera hipótesis, por su parte, establece una relación positiva entre el éxito en las negociaciones y los mayores recursos (Hirschman, 1945; Knight, 1994), habiendo sido aplicada con éxito a la explicación de las negociaciones dentro de la Unión Europea (Schneider y Cederman, 1994; Hug y König, 2002).

6.      La capacidad de auto reglaje
 Otro aspecto importante es el vínculo entre la integración de socios dispares y la estabilidad sistémica de la agrupación. En su mayoría, los estudios sostienen que la existencia de un núcleo fuerte facilita la toma de decisiones colectiva (Kindleberger, 1973). La hipótesis se sustenta en la observación de que la economía internacional opera de manera más eficiente cuando un país o grupo de países son capaces de suministrar la liquidez necesaria para el sistema. Al revés, cuando ningún país o grupo de países ocupa la posición central, el sistema tiene menores probabilidades de éxito.11 Esto se debe a que la economía mayor representa el ancla o la fuente de estabilidad para la gerencia de las tasas de cambio y la armonización de políticas monetarias. Asimismo, porque estimula la creación de comercio mediante la absorción de la nueva capacidad exportadora de los países asociados. Obsérvese la similitud de este enfoque con la tesis que en los años de 1950 y 1960 describía a las comunidades estratégicas exitosas. Según su versión más conocida, éstas comúnmente se desarrollan “alrededor de núcleos fuertes” con la finalidad de conformar un sistema estable (Deutsch, et al., 1957: 10; Etzioni, 1965). En esos casos, el país o las naciones centrales proporcionan a la alianza mayor conexión, reforzada ante las eventuales restricciones del entorno. Conviene precisar que esta teoría carece de criterios analíticos susceptibles de conectar el ejercicio del liderato con las formas y los instrumentos específicos del proceso de integración. Esto le impide captar los riesgos que involucra la gerencia unilateral, basada en los intereses de la economía mayor. El liderato franco–alemán dentro de la UE, uno de los casos más frecuentemente citados, se reviste de características que no permiten su generalización. La preponderancia de ambos países ha estado sujeta a variaciones importantes en el pasado y sólo después de la Declaración Schuman del 9 de mayo de 1950, que puso las bases de “un sistema efectivo de paz en la región” entre los principales protagonistas de la Segunda Guerra Mundial, ha sido modelada en sus características actuales por una densa red de instituciones supranacionales.

7.      Determinantes geoestratégicos
Algunos acuerdos de integración, en particular la Unión Europea, proveen beneficios estratégicos a través del refuerzo de la seguridad de los países miembros. Sin embargo, la gran mayoría de los esquemas carece de cobertura estratégica y es más vulnerable a los riesgos de confrontación, como en el caso de la Comunidad Andina durante el breve conflicto bélico entre Perú y Ecuador, o en el Mercado Común Centroamericano en ocasión de la guerra entre El Salvador y Honduras. Aquí interesa encontrar la respuesta a una interrogante más específica: ¿la integración en disparidad favorece la solución de conflictos? De entrada cabe señalar que las principales conclusiones sobre este vínculo también son contradictorias. La primera afirma que la preponderancia crítica de un país tiene un impacto disuasivo en la producción de conflictos; concretamente, la disparidad representa una condición de pacificación, ya que inhibe los conflictos y allana la adopción de políticas alternativas (Bremer, 1992: 337; Gochmann, 1990; Geller, 1993). Para estos estudios, las capacidades desiguales de los países se estructuran de manera jerárquica en un sistema de relaciones que delega las competencias estratégicas en uno o varios socios de mayor tamaño. De ahí resulta un orden integrado, donde la hegemonía se materializa mediante normas e instituciones (Kindleberger, 1974). Este último argumento coincide con una idea defendida después de la Guerra Fría por la literatura interamericana (sobre las relaciones de América Latina y EU. Según ésta, la ausencia de riesgos importantes para la primacía estadounidense estimula la sustitución del poder ‘duro’ por una diplomacia basada en las técnicas económicas (Desch, 1993; Jaguaribe, 1996).13De manera coincidente, otros trabajos advierten que el interés de este país, en tanto que única superpotencia en el mediano plazo, estriba en el refuerzo de la integración global y en la supresión de los impulsos fragmentacionistas (Nye, 1990). Bajo estas premisas, se espera la consolidación de una diplomacia flexible o que la arquitectura multilateral prevalezca sobre las manifestaciones de unilateralismo activo (Nye, 1990; George y Simons, 1994). La segunda corriente de pensamiento observa, por el contrario, que toda relación de poder combina elementos de consenso y coerción dispuestos de manera asimétrica: a mayor adhesión le corresponde un menor ejercicio represivo y viceversa (Gramsci, 1974; Arrighi, 1993). En otros términos, las políticas consensuales dependen, para su eficacia, del ejercicio real o simbólico del poder ‘duro’. La idea subyacente es que el poder internacional no registra cambios fundamentales en su naturaleza, sino que los mecanismos coercitivos se mantienen inactivos mientras no haya modificaciones en la alineación económica y estratégica de los países socios. Las relaciones interamericanas ofrecen abundante evidencia sobre la transición de uno a otro aspecto de la primacía estadounidense, de la política de consensos al intervencionismo activo. Este proceso revela una tensión dinámica entre la hegemonía estadounidense y su política de superpotencia: en un extremo se busca la estabilidad del sistema integrado, en el otro se actúa en función de los intereses locales (Cronin, 2001). Este argumento encierra una advertencia: la ausencia o ineficacia de las regulaciones o instituciones encargadas de preservar la igualdad jurídica de los países favorece el ejercicio del poder ‘duro’ y la expansión de los recursos del país preponderante a través de periódicos conflictos o, como menciona la Ley de variedad, mediante el recorte del espectro de opciones de otros países.14 Una de las alternativas para este tipo de relaciones es la de evitar la mayor integración con el país preponderante. Si “los efectos onerosos de la interdependencia económica pueden conducir al aumento del conflicto internacional”, entonces resulta con necesidad que “los beneficios de una interconexión económica simple pueden favorecer la reducción de conflictos” (Gasiorowski, 1986: 24).15 Existe una tercera conclusión, de menor influencia en la literatura de especialidad. Según ésta, la disparidad no es determinante ni para el aumento, ni para la disminución de los conflictos (Schampel, 1994). En su principal significado, esta tesis postula el carácter secundario de las disparidades en la generación de conflictos. Junto con las conclusiones reseñadas en esta sección, establece que, más allá de los diferentes recursos de los países, son las circunstancias específicas del conflicto las que tienen mayor relevancia para el análisis. Como otras secciones de este libro, esto recomienda el estudio con menores grados de abstracción y mayor cercanía a las particularidades del caso.
Ø    Conclusiones
A modo de conclusión Según la mayoría de las áreas de estudio aquí analizadas, los efectos negativos de la disparidad pueden ser mitigados: a) cuando las relaciones de preponderancia están reguladas por instrumentos distintos al mercado; b) si los beneficios colectivos prevalecen sobre los unilaterales; c) el proceso de interdependencia conduce a una coordinación compartida de las políticas regionales. A estas conclusiones se agrega una consecuencia de la apertura disciplinaria de este artículo. En su conjunto, los aspectos tratados revelan un alto grado de incertidumbre teórica, así como la conveniencia de establecer parámetros interdisciplinarios capaces de interrelacionar las hipótesis y las facetas de un sistema de creciente complejidad.

Ø    Apreciación del texto
Trata de explicar entre más pequeño y dependiente sea el país que está en una integración económica  de la economía internacional salen un principal problema del libre comercio desde la perspectiva de los primeros, ya que puede ser costosa y exigirles recursos y plazos de liberalización más dilatados que los que comúnmente establecen los acuerdos y lo llevara a incrementará su dependencia frente a las empresas establecidas y ya no sería una integraciones de países sino una interdependencia de los países pequeños a los países competitivos.
Es muy claro aunque el texto presenta muchas citaciones por parte de autores, pero eso enriquece el texto



Ø    Citas
En síntesis, considerados todos los factores iguales, la economía pequeña se beneficia de la liberalización del comercio en mayor medida que la economía grande (p.89)
Tomemos el caso de la literatura del ALCA, el acuerdo en ciernes con las mayores disparidades del mundo. El estudio de Hufbauer y Schott (1994), basado en la contraposición de los escenarios ALCA y no–ALCA, predice en el primero un incremento adicional del PIB real en 1,5 por ciento anual; 273 mil millones de dólares, 525 dólares por habitante del hemisferio occidental(p.89)
Varios estudios sobre el ALCA han buscado resolver estas insuficiencias. Los más recientes, como Lessard (2000) y Mackay (1999) y SELA (1998), relacionan los riesgos de la apertura comercial con la ausencia de capacidad negociadora de los países pequeños. Otros, como CEPAL (1996), Escaith y Pérez (1999) y Escaith e Inoue (2001) abordan el grado de preparación de estas economías para acceder a una zona de libre comercio con Estados Unidos. (p.91)
De entrada cabe una observación importante: la protección arancelaria latinoamericana —12 por ciento en promedio— es substancialmente mayor a la de Estados Unidos, 2,8 por ciento. Por añadidura, 75,6 por ciento de los productos que Estados Unidos compra a los países del MCCA están exentos de aranceles; en el caso del MERCOSUR la proporción es de 60,6 y 48,7 por ciento en la CAN (p.92)
El conjunto de las exportaciones latinoamericanas está sujeto a un promedio arancelario aún más bajo: 1,31 por ciento en 2002 (CEPAL, 2004). El contraste en los niveles de protección arancelaria deja prever un proceso de liberalización dominado por el mayor esfuerzo latinoamericano. Esta presunción se refuerza con la posición negociadora estadounidense, que propugna la “rápida reducción” de “gran parte de los aranceles dentro de cinco años” (USTR, 2001). (p-92)
Consideremos aquí un instrumento comercial específicamente estadounidense: la Sección 301 del Acta de Comercio de 1974. Su lógica es similar a una medida antidumping en reversa, ya que su objetivo es la promoción de la apertura de mercados extranjeros deslealmente protegidos. Para lograr este cometido, la ley autoriza al Representante Comercial a adoptar represalias contra los países que no eliminan o no reducen los obstáculos a las exportaciones de Estados Unidos. Cuenta con dos refuerzos: la Súper 301, la cual ordena la identificación de prácticas desleales en los mercados internacionales, y la Especial 301, que supervisa el cumplimiento de los compromisos en materia de protección a los derechos de propiedad intelectual. Esta última consiste en dos listas de países: Priority Watch List (Lista de países bajo supervisión prioritaria), nivel de mayor gravedad y que antecede a las medidas de retorsión comercial previstas en la Sección 301, y Watch List (Lista de países bajo supervisión), el cual incluye a los países donde se han identificado prácticas domésticas desleales. Durante el lustro 1999–2003 la primera incluyó, en promedio, a cuatro países de América Latina, mientras que la segunda a poco más de ocho (p.93)