domingo, 19 de febrero de 2017

LA TEORÍA ECONÓMICA DE LA INTEGRACIÓN Y SUS PRINCIPIOS FUNDAMENTALES

Ø    Ficha de lectura 1
Petit Primera, J G; (2014). LA TEORÍA ECONÓMICA DE LA INTEGRACIÓN Y SUS PRINCIPIOS FUNDAMENTALES. Revista Venezolana de Análisis de Coyuntura, XX () 137-162. Recuperado de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=36433515007

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Red de Revistas Científicas de América Latina y el Caribe, España y Portugal
Universidad Central de Venezuela
Número de páginas leídas: 17

Ø    Objetivo de Lectura:
El propósito de este ensayo es  hacer un bosquejo sobre el término integración  que de ahí se deriva integración económica. Se trata de explicar cómo en etapas de la historia mundial fue empleada,  utilizada y como grandes pensadores dieron su concepto. El artículo presenta diferentes posturas de autores reconocidos.

1)                 Resumen

1)                 Planteamiento del problema

Este trabajo tiene como objetivo fundamental explicar los principios que fundan una integración económica, sus objetivos, etapas, costos y beneficios para los países que se integran. En ese sentido, la integración consiste en eliminar, de manera progresiva, las fronteras económicas entre países. Se presentan además teóricamente los efectos tanto estáticos como dinámicos que estos tipos de procesos conllevan a las economías modernas.

2)                 El concepto de integración económica en perspectiva histórica
La integración económica tiene un trasegar histórico y no se puede reducir a que su génesis es en la época moderna si observamos varios países europeos, verbigracia Gran Bretaña, Francia, La moderna Alemania, Italia formaron una integración que erradico fronteras y dio inicio a la comercialización
Después de la Segunda Guerra Mundial Estados Unidos creó una organización gubernamental llamada “Economic Cooperation Administration”. Estaba dirigida por Paul Hoffman, quien fue el promotor en invitar a los europeos a una unión económica para favorecer el crecimiento de estos países y, por esta vía desbaratar los propósitos expansionistas de la Unión Soviética. En un discurso pronunciado en 1949, Hoffman (citado por Machlup, 1977: 11) utilizó quince veces la palabra integración. El término tuvo quizás su más preclara consagración en ese famoso discurso. El 1950 se vuelve popular la integración económica al punto de que surgió un concepto. En el año 1954, el economista Premio Nobel Jan Tinbergen (1954: 2) publicó un libro donde enlaza la integración económica internacional con el libre comercio mundial, en productos tanto industriales como agropecuarios. Este autor dice que la integración económica es la creación  del cuerpo de la economía más apetecida por medio de la cual se excluyen las barreras artificiales para la operación óptima e introduce deliberadamente todos los elementos deseables para la coordinación y unificación, también distingue entre integración negativa e integración positiva: las medidas negativas suponen eliminar los obstáculos que separan las economías y son, generalmente, las más fáciles de definir y adoptar (por ejemplo, suprimir los aranceles entre países miembros); las medidas positivas entrañan mecanismos de cooperación (por ejemplo, armonizar políticas macroeconómicas) que se van ampliando conforme la integración avanza y que resultan, normalmente, más complicadas de poner en práctica.
Bela Balassa (1964: 2) la define de dos maneras, como un “proceso” y como un “estado de cosas”. En ese sentido, la noción de proceso es una noción dinámica, que expresa un concepto de movimiento hacia un estado distinto; un estado de cosas, en cambio, significa un concepto más estático, por cuanto se refiere a la situación en que están determinados países cuando intentan formar un grupo regional en un punto determinado del tiempo.
En 1980 se publicó una edición con nuevo copyright, pero en realidad es una reimpresión de la edición de 1964. Integración económica “es un proceso a través del cual dos o más mercados nacionales previamente separados y de dimensiones unitarias estimadas poco adecuadas se unen para formar un solo mercado (mercado común) de una dimensión idónea”.
Desde la óptica de Martínez Peinado (1997: 11-12) existen dos dialécticas referentes a la integración económica, una nacional y otra mundial. La primera es contradictoria con la globalización, y expresa fundamentalmente las estrategias de los Estados para, agrupándose, competir contra todos. Todo proceso de integración, desde este punto de vista, es a la vez un proceso de exclusión (de los competidores). La segunda postura no sólo contradice el proceso de globalización, sino que es un paso necesario en la imposición de la mundialización, porque es la mayor estrategia de los capitales más fuertes para aprovechar al máximo el desarrollo desigual que imponen la expansión internacional del capitalismo y la progresiva debilidad del Estado nacional. En definitiva: fuera de un proceso integrador una economía nacional individual no tiene ningún futuro.
3)                 Etapas de los procesos de integración
La mayoría de los tratadistas de la integración están de acuerdo que la misma no es un suceso, sino un proceso constituido por cinco etapas:

                   I.                        Zona o área de libre comercio
Comprende la eliminación de barreras arancelarias y no arancelarias a las exportaciones e importaciones de bienes que son originarios de los Estados miembros del área, al tiempo que cada uno de ellos mantiene sus propios aranceles frente a terceros.
Verbigracia de este esquema de integración es el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN o NAFTA, siglas en inglés) firmado por Canadá, Estados Unidos y México, cuyo tratado está vigente desde el 1 de enero de 1994. El problema que se deriva de una zona de libre comercio es la necesidad de mantener controles fronterizos para los productos que procedan de países pertenecientes al área de libre comercio pero que hayan sido producidos total o parcialmente en el exterior.

II.                        Unión aduanera
En este modelo los Estados que conforman el área de libre comercio establecen un arancel externo común frente a terceros países.

III.                        Mercado Común
Un mercado común supone, la existencia de una unión aduanera, pero además requiere de la liberalización de los factores productivos, pues no se limita únicamente a las mercancías, como es el caso de los dos estadios anteriores.

IV.                        Unión económica
La unión económica implica la realización de la existencia previa de un mercado común, pero además que haya armonización de las políticas económicas de los Estados miembros. La unión económica incluye la unión monetaria o de las paridades de las monedas, cuya fase más avanzada puede conducir a la circulación de una moneda única y a la instauración de una autoridad monetaria central, como es el caso, por ejemplo, de la Eurozona.

V.                        Comunidad económica o integración económica total
La integración económica, finalmente, implica la aparición de una autoridad supranacional que adoptará las decisiones de política fiscal, monetaria y cambiaria. Cualquier decisión particular dirigida al fomento de una rama productiva o a la corrección de un desequilibrio regional deberá ser autorizada por dicha autoridad.



4)                 Objetivos de la integración económica
Las razones para la integración son de tipo económico y político. Los objetivos de la integración económica pueden resumirse de la siguiente manera:
ü  Preservar la paz y la seguridad (Tratado de la CECA9).
ü  Poder suficiente para determinar los términos de intercambio
ü  Precios internacionales-OPEP.
ü  Ganar poder de negociación en los foros políticos internacionales y económicos (Mercosur).
ü  Seguro contra eventos futuros como las guerras comerciales o la discriminación comercial (Grecia, España y Portugal ganaron credibilidad política cuando se unieron a la CE por los compromisos adoptados).
ü  Motivos puramente económicos: aumentar el bienestar social a través de diferentes mecanismos económicos: economías de especialización, economías de escala, mayor competencia, mejor y más rápido acceso e implementación de los avances tecnológicos y mejoras de calidad.

5)        Costos-beneficios de la integración económica
Requeijo (2002) sostiene que al iniciar un proceso de integración es preciso recordar a la sociedad que hay unos costes que deberán asumirse y que, normalmente, aparecerán antes que los beneficios del mercado ampliado, y recordarlo con insistencia para que ningún reducto productivo o social pueda alegar ignorancia. Siguiendo a este autor, los costos que puede generar un proceso de integración son los siguientes:

a) Al eliminar las fronteras económicas y aumentar la competencia, aparecen continuamente ganadores y perdedores. Los ganadores serán, generalmente, los sectores o empresas más competitivos del espacio integrado, su superior competitividad se apoyará, unas veces, en los menores costos laborales, otras, en la diferenciación productiva basada en los niveles tecnológicos más elevados. Cierto es que, como se indicará al analizar los efectos de la integración, la misma competencia acrecentada puede modificar, al impulsar la inversión, la situación relativa de sectores o empresas, pero esta transformación requerirá tiempo y, consecuentemente, no evitará la desaparición de las empresas más débiles. Es muy posible, por tanto, que los reclamos protectores se sucedan, conforme la competencia golpee las partes más blandas del tejido productivo.

b) En un espacio integrado, la transmisión del ciclo es más rápida y acentúa las crestas y valles de la actividad productiva, situación que, en ambos casos, pero sobre todo en la segunda, planteará dificultades adicionales a las políticas económicas de los países miembros.

c) Conforme avance el proceso integrador, las políticas económicas nacionales tropezarán con más restricciones porque se exigirá una mayor armonización de las mismas en el seno del bloque. Es más, el país más fuerte terminará por imponer sus criterios en determinadas políticas y los demás deberán acomodar las suyas. En el fondo, el país guía de la Comunidad Económica Europea (CEE), Alemania ha condicionado, en buena medida, las políticas económicas de sus socios comunitarios.

d) Dado que el crecimiento tiende a polarizarse, por acumulación de economías externas, la integración acentuará, probablemente, los desequilibrios regionales y las disparidades sociales, y lo hará aunque existan mecanismos de compensación, los cuales, generalmente financieros, pueden paliar las situaciones extremas pero no corregir la tendencia acumulativa del crecimiento.

e) Finalmente, en los estadios superiores de la integración, habrá cesiones importantes de soberanía, lo que muy probablemente despertará las reacciones nacionalistas y complicará el proceso.
En cuanto a los argumentos empleados por los teóricos en apoyo a los beneficios de la integración, existe un amplio repertorio de razonamientos. Tamanes (1990) y Tugores (2002) señalan lo siguiente:
las economías derivadas de la producción en gran escala (o abreviadamente, economías de escala); la intensificación de la competencia dentro del nuevo mercado ampliado; la atenuación de los problemas de pagos por el ahorro de divisas convertibles; la posibilidad de desarrollar actividades difícilmente abordables por parte de determinados países individualmente, debido a la insuficiencia de sus mercados respectivos; el aumento de poder de negociación frente a países terceros o frente a agrupaciones regionales; una formulación más coherente de la política económica; así como la ineludible necesidad a mediano o largo plazo de introducir reformas estructurales que en el contexto de un status quo nacional podrían aplazarse sine die; y finalmente, la posibilidad de conseguir sobre la base de un rápido proceso de integración una aceleración del desarrollo económico (no simplemente del crecimiento) .
a) Economías de escala: estas son el resultado de una mayor eficiencia, basada en una dimensión adecuada de la planta, que permite costes medios unitarios mínimos y que posibilita la competencia en el mercado internacional. Las economías de escala sólo son posibles cuando la producción se lleva a cabo masivamente, esto es, en plantas de gran dimensión y en series, todo ello apoyado en un fuerte avance tecnológico.

b) Intensificación de la competencia: la ampliación del mercado resultante de la integración puede conducir a una cierta intensificación de la competencia. En un mercado nacional estrecho, determinadas producciones para ser rentables han de ser realizadas por una sola firma; por el contrario, en un vasto mercado común, pueden ser varias las empresas que trabajen en una dimensión próxima a la óptima, compitiendo entre sí, y con una serie de efectos favorables para el consumidor: precios más bajos, mejor calidad, aceleración del proceso tecnológico, etcétera.

c) Atenuación de los problemas de pagos internacionales: En general, los problemas de balanza de pagos comienzan a considerarse graves cuando conducen a la contracción de las reversas de divisas convertibles. Por ello, todo lo que suponga un mejor aprovechamiento de esas divisas puede ser de gran utilidad para mantener un nivel de reservas adecuado, y sobre todo, para agilizar el comercio intrazonal, lo cual constituye un pre-requisito para acelerar la integración.

d) Posibilidad de desarrollar nuevas actividades difíciles de emprender aisladamente: La cooperación y la integración económica ofrecen numerosos ejemplos de que existe la posibilidad de desarrollar nuevas actividades en el campo tecnológico e industrial, prácticamente impensables a escala nacional.

e) Aumento del poder de negociación: En un intento de medir el poder de negociación de un país, haciendo abstracción de su fuerza militar, pueden tomarse algunos índices formados a base del PIB, el volumen de comercio, o la capacidad de financiación exterior. Normalmente, un país tiene mayor poder de negociación en sus relaciones económicas internacionales cuando mayores son las tres magnitudes citadas. En ese sentido, el poder de negociación crece más que proporcionalmente por medio de la integración.

f) La formulación más coherente de la política económica nacional: Este es un elemento que con frecuencia se olvida al estimar las ventajas de la integración económica, siendo no obstante; uno de los que tienen mayor relevancia a corto y a mediano plazo. Un país, mientras se desenvuelve al margen de toda clase de cooperación e integración, puede llevar a cabo la política que mejor le parezca en tanto que sea compatible con sus aspiraciones unilate- rales.

g) La integración económica y las transformaciones estructurales: La integración supone una gran movilidad de políticos, economistas, intelectuales y líderes sindicales. El mantenimiento de masas importantes de población marginadas del circuito monetario social y cultural, se hace cada vez más difícil, al acentuarse el contraste entre los países más y menos evolucionados. Los grandes cambios tienden a producirse precisamente cuando las diferencias se hacen más visibles, por ello más insoportables, cuando el pueblo y sus dirigentes verdaderos toman conciencia de ellas.

h) La aceleración del ritmo de desarrollo y el logro de un alto nivel de empleo: la mejor prueba de eficacia de la integración –se puede afirmar, incurriendo tal vez en el clásico tópico del crecimiento– estriba en si acelera o no el desarrollo económico si contribuye o no a mantener altos niveles de empleo. Sobre este punto, la discusión podría ser inacabable; así ha sucedido entre los críticos de la integración económica europea que durante los años 1960 sustentaron dos tesis abiertamente contrapuestas14: “la integración económica en Europa –decían unos– ha sido posible gracias a que en su comienzo coincidió con una excelente fase de la coyuntura”. La tesis contraria: “la integración económica ha contribuido a acelerar el desarrollo de la economía europea”.

6)                 Efectos estáticos y dinámicos de la integración
La teoría de la integración económica trata de conocer y comprender los cambios que se producen como consecuencia de la unificación de los mercados de diversos países en sus distintas fases o grados. Normalmente se suele estudiar la simple “unión aduanera” por lo que también se la llama “Teoría de las Uniones Aduaneras”. Viner (1950) demostró, en cambio, que las uniones aduaneras producían tanto efectos positivos como negativos. Todo proceso de integración económica implica un sistema de discriminación aduanera entre naciones ya que las importaciones de un mismo producto están sujetas a distintos aranceles y barreras dependiendo de que el país de origen pertenezca o no al grupo que se integra.
Esto implica que alguien se beneficia y alguien se perjudica. Los economistas utilizan el concepto de óptimo de Pareto15 que se define como una situación en la que nadie puede mejorar si no es a costa de que otro sea perjudicado. No es posible hacer comparaciones objetivas entre dos situaciones diferentes si el paso de una a otra implica beneficio para uno y perjuicio para otro. No hay ningún juez en esta tierra con capacidad para sentenciar que el perjuicio que recibe uno queda compensado por el beneficio que obtenga otro. Por tanto, al analizar los efectos de una integración económica, hay que partir de la base de que inevitablemente unos se beneficiarán y otros serán perjudicados y de que no podemos justificar éticamente ese perjuicio de ninguna forma. La integración económica produce cambios en la eficiencia global, es decir, en la capacidad total de producir bienes y servicios que satisfagan necesidades humanas, y en la forma de distribución de lo producido, pero, como no es posible comparar los beneficios de unos con los perjuicios de otros, la teoría de la integración económica se centró inicialmente en estudiar los efectos sobre el sistema productivo, dejando de lado los efectos redistributivos.
Los efectos dinámicos son las consecuencias a largo plazo sobre la tasa de inversión, el cambio tecnológico y el crecimiento. Es posible que ambos efectos vayan en sentido opuesto, en otras palabras, es posible que los resultados sean perjudiciales a corto plazo y beneficiosos a largo plazo o viceversa.

Ø    Conclusiones

La integración económica no nace en la etapa moderna, varios países europeos y de otros continentes se construyeron a partir de un proceso integrador que eliminó las barreras que separaban distintos mercados regionales.
No es suceso sino un paso a paso que tiene cinco etapas: La primera consiste en eliminar los tributos de las importaciones entre los países que conforman esa área libre económica, esto presenta un problema que es la necesidad de controlar y vigilar  los productos; La segundo se establece impuestos para países externos a esta zona de libre comercio; La tercera requiere una liberalización de los factores productivos; Los cuartos unifica las divisas (solo se puede comercializar con una sola moneda) verbigracia  el dólar y euro; La quinta incluye autoridades supranacionales de adoptar las decisiones de política, fiscal, monetaria y cambiaria.

Su objetivo es de tipo económico y político, aumenta la competencia en el conjunto de los países miembros.
En la integración económica así como hay beneficios también existen costos que se deben asumir por eso hay que evaluar y analizar si realmente es menester realizar esta integración económica.

Los ganadores o más beneficiados son los sectores o empresas competitivas, siendo este el que imponga sus políticas al ser el más fuerte (someterá los países menos competitivos).


Ø    Apreciación del texto

El autor plantea una hipótesis “la integración económica no hace parte de la época moderna “y a lo largo de su escrito sustenta esta, dándole veracidad.
La lectura de estas páginas son comprensibles, el orden que desarrollo  el tema es impecable.
La integración económica  se  crea para destruir muros entre los países y que estos se ayudaran mutuamente con el fin de no generar pérdidas para los países que están integrados, aunque sabemos que en la realidad las grandes potencias tratan de consumir a los países subdesarrollados volviendo esto negativo para el crecimiento económico  de estos países subdesarrollados.
Observe de manera objetiva la integración económica en este artículo y es un arma de un solo filo, solo apunta a las  países menos competitivos (Subdesarrollados), en cambio las potencias se aprovechan y terminan poniendo todas las reglas del “Juego”, esto nos da entender, que la integración económica es manejada por los más competitivos.


Ø    Citas

La integración económica no es un fenómeno moderno: varios países europeos se construyeron a partir de un proceso integrador que eliminó las barreras que separaban distintos mercados regionales. En concreto, Gran Bretaña se constituyó, como unidad económica, en el siglo XVIII, y Francia lo haría después que la Revolución Francesa suprimiera las barreras internas que impedían el libre movimiento de mercancías y mano de obra.(p.138)
La moderna Alemania nace a través de una unión aduanera de Zollverein. Italia es también el resultado de un esfuerzo de unificación económica llevado a cabo en 1861. Lo que sí nos diferencia de épocas pasadas, lo que hace de nuestro tiempo la “era de la integración” (Haberler, 1964), es la proliferación de ensayos integradores y de propuestas de integración. (p.138)

El término integración económica tiene una historia bastante corta. Aparentemente, Wilhelm Röpke fue el primero en utilizarlo en un artículo que publicó en 1939 titulado “Problemas decisivos de la desintegración de la economía mundial”, luego Ropke (1942) publicó un libro titulado “International economic desintegration”, en donde explica que en el período que va desde 1700 a 1914, las naciones integraron positivamente sus economías con la economía mundial. (pp.138, 139)

En el decenio de 1950, el término de integración económica se consagra totalmente, su uso se difundió y el concepto es definitivamente establecido (p.139)
Quizás la definición más conocida es la del economista húngaro Bela Balassa (1964: 2)  para quien es “el proceso o estado de cosas por las cuales diferentes naciones deciden formar un grupo regional”. (p.139)
Estas etapas consideran que la economía internacional es un fenómeno de tipo comercial, en la cual están contenido los siguientes aspectos: comercio de bienes y servicios, pagos internacionales, problemas monetarios, transporte y comunicaciones, finanzas y seguros, movilización de personas, etc. Siguiendo esta clasificación clásica aportada por Balassa (1964: 3-5), describiremos a continuación de menor a mayor, estas cinco tipologías o fórmulas de integración (p.140)

Requeijo (2002) sostiene que conviene hacer tres precisiones sobre las etapas de la integración: 1) las etapas no presentan perfiles nítidos. Por razones taxonómicas se efectúa esta clasificación que se enumera, pero la realidad demuestra que existen fórmulas intermedias con mezcla de características, 2) Existe un código de la integración en virtud del cual o bien el proceso se interrumpe, porque algunos miembros son incapaces de soportar los costes que entraña, o bien el proceso continúa en busca de una fase superior y 3) A pesar de la dinámica integradora, el paso de un estadio a otro es una decisión política que entraña costes y dificultades y que, consecuentemente no puede ser adoptada en solitario por los dirigentes políticos, sino que ha de ser entendida y refrendada por una mayoría de los ciudadanos (pp.142,143)

La creación de comercio es el aumento del volumen del comercio entre países cuando se acuerda la unión aduanera entre ellos. La desviación de comercio consiste en que parte de los flujos de importación y exportación que existían antes de un acuerdo de unión aduanera entre cada uno de los países firmantes del acuerdo con terceros países, serán sustituidos por importaciones y exportaciones de y hacia países miembros de la unión, desviándose así las rutas comerciales internacionales preexistentes. (p.190)

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